viernes, 23 de agosto de 2013

Miscelánea



I
Late el motor en pauperrimo espacio,
como luz a través de un ventanuco con cristal viejo
se oculta la luna
los zapatos ignoran el caos
en la baldosa gris afloran manchas de calcio 
es madrugada, marea el humo del tabaco,
la hojarasca de verano aspira a mantillo y suelo,
urge sin máscara,
el llanto de las olas en la playa hace trizas,
en el sur le dijeron que una curva se traza con la regla
que su paralela no necesita compases,
se desnudó el ritmo y murió
-disonancia-

II
Despierta la inquietud
en torre de vigía envuelta en papel verde de regalo,
el futuro es un punto con cinta de hierro
una borrachera de capilla en terraza oscura,
se resiste la sorpresa asida a un hilo,
roe el hueso un camino sin nombre a cuatro esquinas
el deshilache solo pide un aguja
el último pináculo la última acera el último ojo la última mano,
chirría el horario y esa chispa de dentro clama auxilio,
se agolpan los versos,
la atención toca el centro
una onza de emergencia
qué sabe la calle de bordado trastorno  
-grito-  

III
A desnudar el cuello quemado por el sol
rumia
gira la quilla  en timón roto
en la piel de un día no se aprecian las heridas,
se colma el desván de la mudanza,
afloran viejos miedos inconscientes
navegan sin voz treinta años en treinta días
no hace cálculo en esfumato
escribe en cada esquina su silueta
y no alcanza
evoca la brisa un instante
merece la pena,
nadie sabe que milita en un tesoro
-silencio-

IV
Poética del deseo
fondo y superficie en cada nervio
el tiempo es arena
refleja un halo que no pide,
es quietud impertinente la desgracia
que frio se siente dentro del vacío
que noche de infortunio
que triste apaga el grifo la lágrima un instante,
una copa de vino  tinto duerme a la intemperie
se despiertan los desvelos
las lilas entre cedros bien tallados
efímera espadaña
se apaga la farola
-asfixia-

V
Como voz en plato de soledad bien hecha
dadá no es consuelo, el flas no ciega,
emerge una abstracta escultura
la busca en los ojos,
es la belleza,
no pretende otros pies
origen de la vida,
duelen las vísceras hasta la epidermis
parálisis de todos los desiertos
cuarentena de ser, poema inacabado,
discrepa el abogado del diablo
el destino no sabe leer el futuro
!te enteras yo¡, no pidas perdón
-abrazo-

VI
La obviedad mata al mensajero,
hace confusión
decir
pensar
en clave críptica,
conducir por la noche
con fiebre de luz y botella de suero,
en tiempo de pensar decir
hacer el fuego y la fiesta,
estos días envejeces más temprano
el sol de la mañana ya es un disco naranja
y aguarda sediento junto a un poste oxidado
el tilín de dos cascabeles
-vida-

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