domingo, 11 de agosto de 2013

No digo su nombre



Con vértices de magia mito y razón
y en el centro emociones navegando
la balanza no precisa corregir la perspectiva
si la jerarquía intenta imponer normas
no te las creas
si el orden pretende dominar al embrujo
desliza la razón por el palo engrasado que lleva al afecto
es la meta hasta morir
ya sabes que las metas no importan
pero no está mal ponerlas por si acaso.

La mayor aportación del saber humano es el triunfo del amor
¿dónde? ¿otra abstracción?
no, en absoluto, solo hablo de mi,
donde el amor mutuo destruye el ego
hasta dejar vacío el centro de triángulos marcados
donde la nada renuncia al sujeto cálculo en todo
y se olvida la  carne del individualismo
donde no hay lugar para el odio 
combate el enfrentamiento y abraza la convivencia
donde apuesta a querer y ser querido
sexo y erotismo que va más allá del sexo.

Ideología colectiva e individuo son necesariamente complementarios
te advierto que la ética mercantil no cesa de crecer enredos
y esto lo complica todo, pero hay luces,
la estética horrorosa no entiende de una puesta de sol,
hace poemas y los vende en librerías
deprecia lo relacional por honor prestigio y  en fin monedas,
subyacen la comodidad y la seguridad al acecho de no ceder,
pues dormiré en el suelo
con licencia una almohada para que no me de tortícolis,
hay que hacer de cada segundo una obra de arte
sesenta veces por minuto
¿cómo voy a renunciar ni una vez a la belleza?
hay que hacer las cosas bien, no se puede de cualquier forma,
pero mi bien no es tu bien ni mi verdad la tuya, es la cuestión,
pues me apunto a la espiritualidad desde la no creencia
la espiritualidad natural que no olvida los garbanzos
y no pretende imponer la hora en punto a ningún relojero,
la reflexión y la comprensión son relativas pero curvas,
pues no quiero olvidar que vivo en un jardín
al que muchos ponen verja y no las quiero
y descubro
que miles de insectos puntos blanco a contraluz
son presas fáciles para gorriones ávidos
y pongo los pies en la tierra a luchar por libertad,
no aquella que lleva a conseguir más todo para menos
sino otra que libera de más todo para más
y debo comenzar en mi.

Hay que recuperar la cortesía
sin etiquetas sin paradigma cultural
basta con preocúpate porque el otro se encuentre bien
busca gustar y ser entendido, valora el valor del otro, y no olvides
que en los marmolillos no crecen margaritas,
ni tú pretendas enmendar planas.

Hay que recuperar la oratoria
para que la política no nos degrade
ni el estado ni el privado desmovilicen
con carnaza de bienestar otorgado
que te inmadura
con anzuelo de individuo
que infrautiliza y desmoviliza el pensamiento.

Trabajo el necesario, negocio sin comercio ni lucrancia, ocio que no explota.
Cultura que libera el tiempo cedido que te maneja.
Rebelión despierta cada mañana antes que amanezca.
Orden de responsabilidad personal irrenunciable.
Valor de encuentro sin delegancia.
Diálogo hasta reventar para entender al otro sin dobladillos.
Vida en armonía sin regalo innecesario.
Risa por vivir, !vivir mientras pueda¡
Alegría de tener cada músculo de tu cara en ejercicio activo.
El mayor acto de amor.

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